Sargeras el destructor es uno de los personajes de World of Warcraft. Es uno de los titanes que crearon el universo. Gracias a su gran poder en combate, fue el elegido para defenderlo aunque esto pronto cambiaría.
Sus comienzos
En un principio Sargeras el Destructor, al igual que el resto de titanes, era bondadoso y justo, odiando y castigando todo tipo de maldad. Además, era líder de los ejércitos de los titanes. Por esto último, Sargeras el Destructor fue enviado a derrotar a los demonios que habitaban el vació abisal. Anhelaban la conquista de otros mundos mediante el uso de la pura maldad. Pero esta guerra se mostraba interminable. Lo que provocó que durante miles de años Sargeras el Destructor tuviera que observar constantemente un enorme caos, dolor y maldad. Lo que le hizo deprimirse y volverse loco.
Sargeras el Destructor, Señor de la Legión Ardiente
Las dudas, depresiones y locuras a las que había sucumbido le llevaron a abandonar a sus compañeros titanes dado que el ya no concebía el concepto de orden que habían creado por los titanes. Posteriormente el antiguo defensor del universo, Sargeras el destructor, decidió que la única forma de arreglar el universo fallido que habían creado era comenzarlo de nuevo. Para ello debía destruir uno a uno todos sus mundos. Para dicho objetivo, pensó en utilizar a los que habían sido sus enemigos durante milenios: los demonios. Creando así un imparable ejercito de demonios, la Legión Ardiente. Además dado que necesitaba ayudantes para su liderazgo. Buscó entre las diferentes razas del universo a los más inteligentes. Encontró a los Eredar Kil´jaeden, Archimonde y Velen. El único que no sucumbió al poder que le ofrecían.
Los demonios consiguieron llegar a Azeroth a través del pozo de la Eternidad una gran fuente de magia de los elfos nocturnos. Fue su propia reina corrompió, para usarlo como portal a cambio de la vida eterna.
Apariencia
Sargeras es un ser tan grande, debido a su poder, que escapa a todo entendimiento, además su cuerpo esta cubierto de llamas. Además de una armadura negra a la que le sigue una gran cola de fuego y una espada rúnica demoníaca.
