La nueva entrega futbolera de Konami tiene más luces y sombras que nunca. Como puntos positivos destacamos la jugabilidad excelente, los gráficos y renovado modo de juego MyClub. Por contra vemos fallos puntuales en el gameplay una alarmante falta de contenido. Analizamos PES 2019.
Un gran salto con respecto a PES 2018
En el momento en el que nos ponemos a jugar a PES 2019, descubrimos varias cosas que nos llaman mucho la atención. Para empezar el juego se siente mucho más fluido, con muchas nuevas animaciones que permiten a los jugadores tener un mejor contacto con el balón. El esférico también ha mejorado enormemente. Ahora es impredecible, dando mucho juego a los rebotes y sintiendo que en todo momento se comporta como debería. También destacamos la posibilidad de marcar gol desde diferentes tipos de jugadas. No hay una jugada con la que en especial se pueda marcar gol. Otro elemento que ha mejorado ha sido el cansancio, ya que es mucho más evidente y cuando los jugadores están cansados fallan muchos. Se complementa con las sustituciones rápidas. Gráficamente ha dado otro salto de calidad. Con todo sentimos una evolución con respecto a la versión anterior.
La mejora en los gráficos
Esta es otra de las maravillas de PES 2019. Tiene caras cada vez más reales. El césped se ha recreado en 3D y luce mucho (cosa que se debería hecho anteriormente). Respecto a la iluminación la mejora es más que evidente, con mucha diferencia entre jugar de día y jugar de noche. Aunque hay que destacar que no ha llegado la iluminación dinámica (que sí fue anunciada). Se puede iniciar un partido de día y acabarlo de noche, pero el cambio se produce al descanso y no vemos como la franja de la sombra se mueve. La física de las redes es otro punto donde ha mejorado, con ese movimiento global de toda la red al meter gol. En este apartado también destacamos la optimización del juego, ya que siendo de más calidad que en 2018, es movido por ordenadores de menor potencia.
Los errores en gel gameplay
A pesar de todas las bondades de este juego, que son muchas, hay algunos errores que Konami debería haber corregido en su lanzamiento. Por ejemplo la CPU cuando se queda sola frente a tu portero, en lugar de intentar marcar gol se escora buscando un pase. Otro error grave lo podemos ver en los porteros, ya que ahora no salen cuando tienen un mano a mano. Si es el portero de tu equipo puedes sacarlo presionando el triángulo. Por tanto en el online puede tener su punto, ya que depende del jugador. Pero al jugar offline se vuelve muy fácil marcar gol.
La alarmante falta de contenido
Antes de lanzarse el juego se anunció que las segundas divisiones de España e Italia iban a ser eliminadas. A cambio se han añadido muchas ligas menores. Pero lo que la comunidad quiere es añadir novedades y mantener lo que se ha conseguido hasta entonces. Y esto Konami no lo hace. Pero donde realmente flaquea PES 2019 es en los modos de juego. MyClub ha sido totalmente renovado y sorprende, pero el resto de modos es exactamente igual que en la versión anterior, quitando algún retoque menor. Como este juego no tiene licencias, deberían mejorar el editor para que la comunidad pueda recrear todo lo que el juego debería tener. No hay un editor de estadios en condiciones, no se pueden recrear rostros a través de imágenes, no se pueden crear nuevos equipos ni ligas… En fin, si se pudieran hacer lo que hemos comentado, la comunidad crearía mucho más contenido y el juego merecería mucho más la pena.
Conclusiones de PES 2019
Se trata de un buen juego, con un gameplay exquisito, el modo MyClub totalmente renovado y buenos gráficos. Pero volvemos a tener errores puntuales imperdonables, una alarmante falta de contenido y una comunidad que empieza a estar descontenta con Konami. Y por no hablar de los comentarios. Parece que se están centrando sólo en la jugabilidad y en conseguir en un Pay to win, lo que haría que muchos fans de PES dejen de apoyarlo. Respecto al online, parece que funciona mejor que el año pasado. Sigue sin tener servidores dedicados y en ocasiones la conexión va mal.
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